El festival Yamayaki 若草山焼き
Fuego y más fuego
Desde el mediodía el ajetreo se apodera de una parte de Nara, pues comienzan los primeros preparativos para el Festival Yamayaki, que incluyen un divertido concurso de lanzamiento de tortas de arroz (sembei), lo cual es perfecto para alimentar a los muchos ciervos que deambulan por la ciudad.
A las 5 de la tarde, desde el santuario Kasuga Taisha sale una procesión que se encarga de prender fuego al Monte Wakakusa. Portando este fuego sagrado, los participantes cruzan el Nara-Koen para llegar, una media hora más tarde, a los pies de la colina.
A partir de ahí, comienza la puesta en escena. Cerca de las 6 de la tarde los primeros fuegos artificiales iluminan el cielo de Nara, preámbulo a otra iluminación dramática llena de simbolismo. Las llamas pudieran devorar la colina ... los bomberos locales están en guardia.
Los monjes y los osos
Hay dos leyendas que explican el origen de la quema del Wakakusa. La primera involucra a los monjes del Todaiji y del Kofukuji, los protagonistas de un importante conflicto relacionado con la frontera entre los dos famosos templos. Se dice que la montaña, causa de la disputa, fue quemada en la segunda mitad del siglo XVIII para poner fin a la pelea. La segunda leyenda tiene personajes igualmente beligerantes. Estos grandes incendios se provocaban para repeler a los osos y los insectos que se consideraban una amenaza para Nara. Hoy en día ya no hay rastros de estos animales, pero los monjes todavía siguen ahí.
Poco después de las 6 de la tarde, viene el espectáculo que calienta el cielo de Nara, mientras que el olor a hierba quemada se extiende por todas partes y los fuegos artificiales se escuchan por toda la ciudad.
Muchos de los visitantes disfrutan del espectáculo desde el pie de la colina, pues el escenario del Nara-koen añade a la magia del evento, pero es importante llegar temprano para poder encontrar un buen punto de observación.