Souvenirs 工芸家
Compras tradicionales
Kimonos, espadas y cerámicas: Aquí te presentamos cinco objetos típicos de la artesanía japonesa que puedes comprar para llevar de recuerdo y dónde encontrarlos en Tokio y Kyoto.
- Pañuelos de seda
- El arte de la cerámica
Japón es considerado una de las cunas de la producción de cerámica. Fue en el siglo XVI con el interés en la ceremonia del té que este arte se expandió enormemente. Existen muchos estilos y variedades que dependen del honro donde se fabrican, pero la cerámica de Arita (cerca de Fukuoka), es fácil de reconocer por su color azul profundo y es considerada ejemplar en el campo.
Entre las más famosas también están las de Bizen (prefectura de Okayama), con reflejos rojos y marrones, y las de Hagi (prefectura de Yamaguchi), con sus tazones claros de finas grietas usados en la ceremonia del té.
- "El brillo de la mano" (El elogio de la sombra - J. Tanizaki)
La laca, un revestimiento sólido y fácil de trabajar, ha hecho brillar objetos japoneses desde el siglo VI. Utilizada especialmente en los platos, cajas pequeñas o las vainas de espada de los samuráis, la resina de laca da un aspecto liso, sobrio y refinado. La pátina de objetos de laca, causada por el tiempo, aumenta su belleza. Siempre muy apreciados, los objetos en laca están entre los elementos esenciales de la mesa japonesa.
- La hoja de los guerreros
Al igual que el kimono, el arte de forjar espadas japonesas también tuvo malos momentos. La prohibición del uso del sable impuesta por Meiji y la desaparición de muchos artesanos durante la Segunda Guerra Mundial dio un golpe duro a la producción ... Hoy en día, el arte de las espadas japonesas es una de las tradiciones más respetadas en el país y más famosas en el extranjero.
- Pequeños papeles
El tradicional papel japonés, washi, cuya belleza Junichiro Tanizaki alaba en su El elogio de la sombra (1933), ha sido producido por artesanos desde hace más de 1300 años. Las fibras de la pulpa que se usa para fabricarlo lo hace muy liviano y sorprendentemente fuerte. Los usos del washi son infinitos, desde shoji (puertas correderas) hasta papel de carta, pasando por las pantallas de lámparas. La fábrica Awagami situada en la prefectura de Tokushima se encarga de mantener las tradiciones de papelería reproduciendo las técnicas ancestrales.